(sobre curso de DONA para doulas de parto / Santiago, Chile / agosto 2011)
Primer Día : disposición
A vuelta redonda sentadas, se sintió vibrar bajo los pies, ondas eléctricas moviéndose por el aire,
rozando la piel.
A vuelta redonda sentadas, se sintió vibrar bajo los pies, ondas eléctricas moviéndose por el aire,
rozando la piel.
Éramos mujeres reunidas, oh diosas magníicas!
Similares inquietudes, pasiones semejantes, movilizadas hacia un mismo objetivo:
la necesidad de estar ahí para otras, de servirle a la humanidad,
de compartirnos, de ayudar, aportar.
Y coincidimos en que la forma más eficaz es el comienzo,
el origen mismo de la vida.
Estamos dispuestas!
Segundo Día : quiebre
Tantas horas juntas, sin ser suficientes.
Mucho por procesar y poco tiempo para hacerlo, como dejando en "hold" las emociones
para aprovechar el tiempo, tratar de recibir.recibir.recibir lo más posible.
Desbarajustadas las rutinas, los horarios, las comidas, los hijos, las casas, el sueño...
cansadas, pero muy enfocadas.
Y de a poco nos fuimos rompiendo, descascarando...
fragilidades, aperturas, cercanías, empatías, comprensiones, fuerzas, historias, dudas, clicks,
dejando de ser un grupo de mujeres, para convertirnos en un grupo de pedazos coloridos, pedacitos multiformes.
Estamos quebradas...
Tercer Día: unificación
Ya estaban las puertas más que abiertas, todas dispuestas y quebradas,
expuestas,
como dejando ver las esencias, para que quien las necesitara las agarrara.
Así, cada una supo aprovechar alguna luz de algún corazón,
fuimos tomando muestras gratuitas de las vidas de las otras y metiéndolas a nuestras cajitas
como en una feria o cambalache.
Mientras,
a nuestro alrededor esas energías chispeantes del primer día se reinstalaron,
sirviendo de pegamento, y nos fuimos componiendo parte por parte.
Todo volvió a su lugar.
Sin embargo, y por supuesto, las piezas encajaron diferente; ahora llevamos más.
Somos una, somos Todas.